Un sueño ajeno

Desde pequeño he sido una persona muy soñadora, soñaba con conquistar grandes cosas, llegar a tener esto y lo otro, ser tal persona u otra y así sucesivamente, hoy en día no ha cambiado para nada esa perspectiva mía, sigo soñando como un niño pequeño.

Ahora he aumentado mis sueños, son más grandes y claro más difíciles de lograr, pero eso no me impide que algún día los conquiste.

Soñar es algo muy bonito, y ese don lo posee cada ser humano, lo mejor de todo, ¡es gratis!, no cobran, bueno porque hasta ahora no me han cobrado por hacerlo, ja,ja,ja

Pasa algo, si, todos podemos soñar pero a veces soñamos los sueños de otras personas, queremos seguir los sueños de otros, no digo que este mal, pero entonces no son nuestros sueños. Queremos igualarnos o mejor que el otro y ahí está el detalle.

Por querer lograr los sueños de otros, se deja de soñar para uno mismo y ya no se sabe lo que se quiere, al final hay un vacio.

 Algo importante es ayudar a los otros a lograr sus sueños, en tanto logramos los nuestros. Se ayuda al prójimo creyendo en él, dándole apoyo cuando más lo necesite y estando con él en la buenas y en las malas. Ahora si vamos por un camino, tanto el compañero cumple sus sueños, uno cumple también los suyos. Es ayudarse mutuamente y luchar hasta alcanzarlos.

Un sueño se logra con perseverancia y esfuerzo.